Víctor Pablo Pérez se pone de nuevo al frente de la Sinfónica con un programa dedicado a Schubert
La ‘Misa nº2 en Sol mayor’ y la ‘Sinfonía número 9’ apodada «la Grande» conforman el próximo concierto de abono Leer más →
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Muy apreciada por los estudiosos de la obra del compositor vienés, esta misa destaca por la belleza intrínseca de sus temas y el tratamiento vocal, sobre todo en el caso de la soprano, que lleva el peso expresivo y es la encargada de los pasajes más líricos. La Misa nº 2 es, quizás, la obra sacra más conocida del compositor. Es la más breve de las seis que compuso, originalmente para tres voces, orquesta de cuerdas y órgano, fue escrita entre los días 2 y 7 de marzo de 1815, con tan solo 18 años de edad. Su corta instrumentación fue posteriormente enriquecida (aunque no se sabe muy bien la razón) con la inclusión de trompetas y timbales en una primera revisión, y de oboes (o clarinetes) y fagotes en una segunda.
Considerada una de las grandes sinfonías del romanticismo temprano, la Grande fue rechazada en vida del compositor con el pretexto de que era demasiado larga y difícil. Así, a la muerte de Schubert, el manuscrito de la sinfonía quedó olvidado y empolvado en algún cajón y luego fue a dar a manos de Ferdinand Schubert, hermano del autor. Once años después de la muerte del compositor, su colega Robert Schumann rescató el manuscrito y lo hizo llegar a Felix Mendelssohn, quien por ese entonces era director de la Orquesta de la Gewandhaus de Leipzig. Schumann, en su entusiasmo, escribiría: “Lo digo abiertamente y de una vez: quien no conozca esta sinfonía sabe muy poco de Schubert, y esta alabanza puede parecer excesiva, si se piensa en todo lo que este músico ha dado al arte”.
Intérpretes:
En colaboración con el II Concurso Internacional de Canto Ópera de Tenerife