La Sinfónica de Tenerife pone la mirada en la excelencia ruso-soviética con el atractivo programa que presenta en el 42.º FIMC. Bajo la dirección del asturiano Pablo González, asumen el exigente Concierto para Violín de Shostakovich junto al virtuoso violinista ruso Vadim Repin, una obra que tuvo que ser estrenada tras el fallecimiento de Stalin.
Todo un referente de la música programática, los célebres Cuadros de una exposición de Mussorgsky ( arr. M. Ravel) ocupará la segunda parte de esta gran velada musical. Una partitura creada para piano por el ruso, inspirado en obras plásticas de Víktor Hartmann, y que el mismísimo Ravel orquestaría, siendo esta versión sinfónica la que más ha trascendido.