Una orquesta que se libera, que explora y conquista nuevos territorios sonoros. En este retorno de Vasily Petrenko, la Sinfónica de Tenerife revive el espíritu visionario de Varèse y Bartók.
Edgard Varèse abre el programa con Intégrales, una pieza radical: una explosión de texturas, timbres y espacios que anticipa buena parte de la música del siglo XX. Música como fuerza en estado puro. Después, Xiaolu Zang, flamante ganador del Concurso Internacional de Piano María Canals, interpreta el Concierto para piano nº 5 de Beethoven, el «Emperador»: una afirmación luminosa de libertad, poder y lirismo.
El concierto culmina con el Concierto para orquesta de Béla Bartók, una de las grandes cumbres sinfónicas del siglo XX. Compuesta en su exilio americano, esta obra transforma la orquesta en un organismo flexible, lleno de humor subterráneo, ritmo, arquitectura libre y memoria popular. Bartók no solo repartió protagonismo entre los instrumentos: reinventó la arquitectura sinfónica en un mosaico vivo de tensiones y juegos que abrió caminos nuevos para toda la música orquestal posterior.