Juan Ramón Vinagre dirige a los coros en la audición que la Sinfónica de Tenerife ofrece en la Catedral de La Laguna
Seis misas para orquestas grandes y pequeñas fueron las que escribió Franz Schubert (Viena, 1797-1828) a lo largo de su corta vida (algunos autores hablan de siete). Y aunque de su legado destaca principalmente por su producción instrumental y de lied, entre sus piezas sacras más conocidas se encuentra la Misa nº 2 en sol mayor, D 167, donde se aprecia “el componente dramático de las composiciones” del autor romántico, indica Juan Ramón Vinagre, quien será el maestro de coros el próximo 26 de marzo en la audición que la Sinfónica de Tenerife ofrecerá en la Catedral de La Laguna bajo la dirección de Víctor Pablo Pérez.
Schubert comenzó su carrera musical como músico de iglesia y compuso esta obra en 1815, cuando apenas contaba 18 años de edad, cuando había alcanzado ya la madurez creativa. Tal y como señalan las notas al programa de de mano que firma Carlos Vílchez Negrín, era el duodécimo hijo de un párroco maestro de escuela y pronto demostró su gran talento y dotes hacia la música ingresando en el coro de la Capilla Imperial como niño cantor y en Konvikt, un internado para cantantes de la corte, en cuya orquesta tocaba el violín.
Si bien su vasta producción –sus 600 canciones se consideran el punto de partida del romanticismo musical– descubre una fluidez e imaginación considerables, sus obras sacras y corales no han sido valoradas como parte fundamental del conjunto. No tanto al menos como la canción alemana o lied, del que es considerado la figura central. Pero no se tiene en cuenta que, además de su impecable musicalidad, existen varias cualidades comunes en su expresión musical, sea del género que sea. “Por supuesto que el componente dramático de las composiciones de Schubert siempre está presente y hay que tenerlo en cuenta a la hora de estudiar primero la partitura y después interpretarla”, explica Juan Ramón Vinagre en relación con la interpretación de la Misa nº 2 por parte del Orfeón La Paz de La Laguna y el Coro de Voces Blancas del Conservatorio Profesional de Música de Santa Cruz de Tenerife, que acompañarán a la Sinfónica de Tenerife. “No hay que olvidar –añade– que fue uno de los principales cultivadores del género lied, donde la música trata de subrayar el dramatismo de las escenas relatadas por los lieder”.
Como en sus otras obras sacras, Schubert exhibe en esta misa una visión muy personal de la religión, ejemplificada en la libertad que se toma en la forma como en la interpretación del texto litúrgico (omitió del Credo, por ejemplo, la frase “Et in unam sanctam catholicam et apostolicam ecclesiam”, justifican las notas del programa de mano). Considerada una de sus obras maestras inmortales, el compositor se muestra en ella realmente subjetivo en sus emociones, lo que supone una ventaja para cualquier coro, ya sea canario o de técnica centroeuropea. Juan Ramón Vinagre lo argumenta: “No olvidemos que la música es un lenguaje universal, y la partitura escrita por el compositor nos pone de acuerdo a todos los intérpretes, pero sí es verdad que la sonoridad varía de unos coros a otros por la personalidad sonora de cada coro en particular”.
La Misa nº 2 en sol mayor, D 167 no es la más ambiciosa de la serie que compuso Schubert. De hecho, tuvo en origen una partitura muy modesta, para tres voces, orquesta de cuerdas y órgano, y fue posteriormente enriquecida con la inclusión de trompetas y timbales en una primera revisión, y de oboes (o clarinetes) y fagotes en una segunda. La soprano Judith Pezoa, el tenor Juan Antonio Martín Armas y el barítono Fernando García Campero serán los que pondrán su voz para realzar esta partitura en la Catedral de La Laguna junto a los coros, uno “de aficionado” y otro “de estudiantes de música” que, “después de mucho trabajo esperan dar resultados profesionales”, apostilla el maestro de coros y profesor.
La versión de esta misa que interpretará la Sinfónica de Tenerife hará honor tanto a la la belleza intrínseca de sus temas como al cuidado tratamiento vocal, que se mantiene intacto a pesar del paso del tiempo. Vinagre destaca al respecto “la sonoridad que va a resultar de la unión de estos dos coros que normalmente trabajan por separado”. “He trabajado mucho en ello y creo que el coro va a interpretar esta misa con un bello sonido”, concluye.