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janina

Concierto de temporada nº 7

La Obertura Ruy Blas de Mendelssohn fue fruto de un encargo para ponerle música incidental a la obra de Víctor Hugo del mismo título. El resultado fue una pieza llena de encanto y sutileza escrita en tan solo tres días, haciendo gala de su legendaria agilidad compositiva.

Considerada una de las obras más elaboradas del compositor, y el concierto en el que mejor resuelve la integración entre solista y orquesta, el nº 24 de Mozart fue escrito en el invierno de 1785/86 y es, junto al nº 20, el único escrito en tono menor. Fue una época de febril trabajo al piano (entre 1784 y 1786 escribió nada menos que 12 conciertos para piano), y en otros géneros y su resultado es de una exquisitez destacable. La finalización de esta obra coincide con las óperas Der Schauspieldirektor y Le nozze di Figaro, además de varios cuartetos, tríos y divertimentos. Sin duda, uno de los períodos más productivos de su vida.

Entre todas las sinfonías que compuso Antonin Dvořák, la Octava es, posiblemente, la más redonda de todas, si bien es cierto que la sinfonía por excelencia de compositor checo es la Novena Del nuevo mundo, más brillante y lucida, apreciada de manera especial por el público. Sus resultados, fluidos y perfectos, reflejan la madurez compositiva a la que había llegado el compositor, ahondando en un lenguaje propio. Atrás habían quedado las influencias más o menos evidentes de Beethoven o Schubert, aunque siempre mantuvo ciertas reminiscencias en el estilo instrumental. Logró, fusionando temas y danzas populares con otros propios, música de un fuerte carácter nacionalista, la cual marcaría la música de su país de forma definitiva.