El primer concierto de Pablo González como Director Principal Invitado marca el inicio de una nueva etapa cargada de energía y ambición artística. La Sinfonía nº 1 de Gustav Mahler, apodada Titán, representa una de las apuestas más visionarias de todo el sinfonismo: un joven Mahler construye aquí un universo sonoro donde la naturaleza, la inocencia perdida y la grandeza trágica se abrazan en una obra descomunal y profundamente humana.
Antes, Juan Floristán desplegará su sensibilidad y brillantez técnica en la Rapsodia sobre un tema de Paganini, una de las piezas más seductoras y chispeantes de Rachmaninov. Una noche para ser testigos del impulso creador en su forma más pura, donde cada nota abre la puerta a un mundo nuevo.
Una noche para presenciar cómo la música se convierte en descubrimiento.